La soledad es una ingrata a la que se le va agarrando el gusto,
con un alto riesgo de parar completamente enamorado de ella.
La soledad es un hotel que no es de nadie,
es una cama que no es mía,
es despertarme a las 3 de la mañana y no saber dónde está el baño,
la soledad soy yo.
La soledad es la gota de agua en la llave del baño
que dejaste abierta y no quieres cerrar
por no sentirte solo.
La soledad es como un suplicio ingenioso de la naturaleza,
que hace que nos encontremos con nosotros mismos
para poder valorar a los demás.
La soledad es un espejo que no miente.
La soledad son ese montón de ruidos que no escucha nadie,
pero que hacen demasiado ruido.
La soledad soy yo en compañía del pasado.
La soledad es un beso que se desperdicia en la almohada,
es ver la sombra y la silueta de alguien que ya no está.
La soledad es una malvada insoportable y maravillosa,
que me gusta, ¿No se muy bien por qué?.
La soledad es entender por fin,
La soledad es entender por fin,
que no hay mejor compañía que la soledad,
es el velorio de un día que se fue,
es dejar de estar haciendo nada,
prepararte, vestirte, abrir la puerta, salir,
para seguir haciendo lo mismo.
La soledad es la compañera del miedo,
la de los futuros inciertos,
la del camino, la búsqueda... La Soledad.
Texto de Ricardo Arjona que me encanta,
por lo reflexivamente parecido
a cosas que he pensado pero nunca he escrito.
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